Palestinos de Silwan: Los dueños no queridos de la tierra
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Palestinos de Silwan: Los dueños no queridos de la tierra

“Mi familia, que consiste en veintiún miembros, tiene dos casas en Al-Bustan, y otra en Batn AlHawa, barrios de Silwan en Jerusalén. En esas tres casas nuestra existencia está amenazada por la limpieza étnica israelí.

Las autoridades israelíes quieren demoler nuestras dos casas en Al-Bustan bajo el pretexto de que fueron edificadas sin permiso, que nunca pudimos obtener por la discriminación del ayuntamiento de Jerusalén, y quieren expulsarnos de nuestro hogar en Batn Al Hawa y reemplazarnos por colonos judíos,” narra Qutayba Odeh, un palestino residente en Silwan. Qutayba sigue diciendo: 

“A lo que se enfrenta mi familia se repite en cientos de otras familias palestinas que se encuentran viviendo en Jerusalén. Sin importar la diferencia de los barrios de Jerusalén en término de nombres, ya sea Sheikh Jarrah, Silwan o La Ciudad Vieja de Jerusalén, nuestra causa y nuestro apuro son los mismos.”

“Ellos [las autoridads de ocupación israelíes],” agrega Qutayba amargamente, “buscan reducirnos a una minoría en Jerusalén para permitir que los colonos judíos se vuelvan una mayoría. Rechazamos vivir la misma Nakba [catástrofe] que nuestros antepasados ahn experimentado antes.

“Mañana, habrá una audiencia en el tribunal para las familias de Batn AlHawa…. A través de su ayuntamiento y de las organizaciones colonas, la ocupación israelí busca cometer un crimen de guerra en Silwan.

Más de seis barrios de Silwan están amenazados con la expulsion forzosa y la limpieza étnica… este crimen está cometido a través del ayuntamiento de Jerusalén, que es responsable por demoler edificios palestinos construidos sin permiso y a través de organizaciones colonas operando en Jerusalén y centrando sus actividades de expansión colona en Sheikh Jarrah, Silwan y dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Qutayba, su familia y muchas otras familias amenazadas con la limpieza étnica están atormentados por un sistema de apartheid que intenta cumplir nuevos objectivos del proyecto colonial de Israel: eliminar la existencia de palestinos en su tierra para hacer lugar a los colonos judíos para que vivan en ella.

La inminente limpieza étnica de Silwan: La culminación de un proceso prolongado 

Alrededor de 55.000 palestinos viven en la aldea de Silwan, ubicada a tiro de piedra de la parte sur de la mezquita de AlAqsa. Incluye los barrios de Wadi Qadoum, Ras Al-Amoud, Ein Al-Loza, Al-Thowri, Al-Shiyah, Wasat Al-Balad, Kharat Al-Tank, Bir Ayoub, Hart-Al-Yaman, Al-Bustan, Wadi Hilweh, Wadi Yasul y Batn AlHawa.

Como todos los palestinos en Jerusalén Este, los residentes de Silwan son residentes permanentes, un estatus temporal apátrida, donde los palestinos son tratados como visitantes extranjeros que vienen y residen en Israel. 

Desde la ocupación israelí y la anexión unilateral de Jerusalén Este, la Mirada colonialist de Israel se ha vuelto hacia Silwan y otras zonas en la ciudad de Jerusalén, incluyendo la Ciudad Vieja y Sheikh Jarrah.

Desde entonces, los residents palestinos de Silwan han estado soportando la violencia sistemática israelí como parte de las medidas coercitivas para expulsarlos de sus hogares: Demolición de hogares, transferencia de casas en la zona para colonos israelíes y la violencia de los colonos y de la ocupación israelí contra los palestinos de allí.

Por encima de eso, los palestinos en Silwan están en riesgo debido a las constantes  excavacioners arqueológicas israelíes en la zona, que están dirigidas a desenterrar las huellas de los templos judíos Primero y Segundo, de tres mil años de antigüedad, que según creen algunos judíos fueron edificados donde ahora está la Mezquita Al-Aqsa.

Las excavaciones del tunel y el canal en la zona, que están siendo llevados a cabo por El-Ad, una organización colona judía privada en colaboración con la Autoridad de Antigüedades Israelí, han causado daños en las carreteras y en varias casas de Silwan.

Con el taladro cavando en Silwan, con las leyes discriminatorias israelíes, con las excavadoras israelíes demoliendo las casas palestinas y los rifles expulsando a los palestinos a la fuerza de sus hogares en Silwan, Israel busca solidificar la existencia de alrededor de 400 colonos viviendo en lo que una vez fueron casas palestinas, y pavimentar el camino para que más colonos roben los hogares palestinos.

Según Sami (un seudónimo), “la prolongada, aunque recientemente acelerada limpieza étnica de Silwan es parte de un esquema mayor: Borrando la existencia palestina en las zonas que rodean la Ciudad Vieja de Jerusalén; muchas de las zonas amenazadas serán transformadas en parques nacionales una vez que los palestinos sean expulsados de allí.”

Confabulación entre el estado y sus organizaciones= Apartheid efectivo

Desde 1967, las autoridades israelíes no han aprobado ningún plan maestro para Silwan, y los permisos de edificación para nuevos hogares palestinos o para la expansión de los existentes son casi imposibles de obtener.

Debido a la falta de permisos de edificación, con el incremento natural de la población, los habitantes palestinos no han tenido otra elección que construir sin permiso. Como respuesta, las autoridades israelíes imponen grandes multas – muchas familias deben cientos de miles de shekels. Al final, muchos hogares palestinos edificados sin permiso son demolidos, dando como resultado el desplazamiento forzoso de los residentes palestinos.

En un intento deseperado de frustrar la demolición israelí de casas palestinas edificadas sin permiso, Sami declara, “los residentes de las casas amenazadas han estado negociando desde el 2007 con el ayuntamiento de Jerusalén a través de sus abogados y han suministrado planes estructurales para que las casas ya edificadas queden protegidas de la demolición.”

Agrega, “Aún así, el ayuntamiento recientemente ha rechazado los planes comenzando la cuenta atrás para demoler cientos de casas en Silwan, particularmente en Batn Alhawa.”

Sami asegura que “las autoridades de ocupación israelíes han acelerado la limpieza étnica de Silwan y de otras partes de Jerusalén. Se han envalentonado por el reconocimiento del gobierno de Trump de Jerusalén como capital de Israel, así como por la infame firma de acuerdos de normalización entre Israel y algunos regímenes árabes opresores.”

Hoy, alrededor de 700 casas en Silwan están amenazadas de demolición. Los habitantes palestinos de esas casas se despiertan cada día esperando que sea el ultimo para ellos en sus hogares antes de que lleguen las excavadoras israelíes y arrasen con todo, con sus sueños y aspiraciones enterrados bajo los escombros.

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Además del uso de un sistema de permisos discriminatorio como una justificación para demoler las casas palestinas, y, en consecuencia, expulsar a los palestinos de Silwan, las autoridades de ocupación israelíes declararon la aplicación de su Ley de Propiedad Ausente una vez que ocuparon la parte oriental de Jerusalén en 1967.

Los palestinos que viven fuera de los nuevos límites municipales de Jerusalén y que aún poseen tierra o propiedades dentro de los límites de la ciudad han sido definidos como ‘ausentes.’

Para  asegurar el robo de más casas palestinas en Jerusalén, el gobierno israelí promulgó en 1970 la ‘Ley de Derecho y de Procedimientos Administrativos’. Esta ley se  relaciona con las propiedades pertenecientes a los judíos antes  de la Nakba palestitna de 1948. La Custorida Israelí de la ‘propiedad ausente’ tiene la autoridad para dar esas propiedades a los dueños anteriores a 1948 o a sus herederos.  Esto, por supuesto, no se aplica a los millones de palestinos expulsados de sus hogares ni en Jerusalén ni en otras partes de Palestina en 1948.

A través de la ley de ‘Propiedad Ausente’, la ley de 1970, con documentos falsos entregados fraudulentamente por los propietarios judíos de casas palestinas y ventas deshonestas, organizaciones colonas judías apoyadas por el gobierno como el Fondo Nacional Judío,  El’ad y Ateret Cohanim se han comprometido activamente con la limpieza étnica de palestinos de unas 90 casas ubicadas en Batn Alhawa y por todos lados en Jerusalén.

En su estudio titulado, “Un Umbral Cruzado,” Human Rights Watch derrama luz sobre las actividades de las organizaciones colonas dentro del marco del apartheid. La influyente a nivel internacional organización por los derechos humanos asegura:

“En la ciudad [Jerusalén], Israel efectivamente mantiene una serie de reglas para israelíes judíos y otra para palestinos […] Además de la confiscación estatal formal, están las leyes discriminatorias, las políticas que permiten a los colonos y a las organizaciones colonas tomar posesión de los hogares palestinos, el desalojo de los terratenientes palestinos, y la transferencia de su propiedad a dueños judíos en los barrios de Jerusalén Ese.”

Guetización de Jerusalén

La limpieza étnica de diferentes zonas de Jerusalén, particularmente su parte oriental ocupada en la Guerra de 1967, ha comenzado en el momento en que las fuerzas de ocupación israelíes ocuparon la ciudad. La aceleración de la limpieza étnica vista en la expulsión inminente de los palestinos de Sheikh Jarrah y Silwan, que afectó a 7.850 personas en los dos barrios es solo una continuación de lo que comenzó hace décadas.

Así mismo, la expulsión de 7.850 personas es una operación de limpieza étnica masiva de un pueblo ocupado. Aún así, en el 2002, muchos de los gobernantes del mundo miraron con oídos sordos y ojos ciegos una limpieza étnica masiva mucho mayor de alrededor de 225.000 palestinos de Jerusalén. Esta tuvo lugar cuando Israel comenzó la constructión del muro del apartheid de 181 kilómetros en nuestra tierra alrededor de Jerusalén. La construcción del Muro de Israel rodeando Jerusalén hoy está casi completa.

Edificando el Muro, Israel aisló de Jerusalén 22 aldeas que históricamente eran parte de las fronteras de Jerusalén. Alguna de esas aldeas ya fue excluida del ayuntamiento de Jerusalén justo después de la ocupación de Jerusalén Este en 1967. Otras, incluyendo Kufr Aqab, Sawahri Oriental, el Campo de Refugiados de Shufat, Dahiyat Assalam, Sameeramees, AlWalajeh y Qalandya fueron parte del ayuntamiento de Jerusalén aún después de 1967.

A través del aislamiento de estas 22 aldeas, las autoridades israelíes intentan cambiar la demografía de Jerusalén en favor de los colonos judíos.

Intentaron negarles a los palestinos viviendo en esas aldeas sus derechos a la ciudad. Estos palestinos tenían la llamada ‘residencia permanente’, que les permitía estar conectados a Jerusalén y vivir dentro de los límites de la ciudad como estaba determinado por las autoridades israelíes. Aún así, este plan tuvo un efecto  boomerang sobre Israel. Muchos jerosolimitanos abandonaron esas aldeas aisladas para vivir dentro de la ciudad durante los primeros años de la construcción del Muro para preservar su estatus de ‘residencia permanente’.

Por lo tanto, las autoridades israelíes permitieron a los jerosolimitanos vivir en la aldeas que habían sido parte del ayuntamiento de Jerusalén. Nunca pusieron restricciones a las construcciones palestinas en esas zonas como Kufr Aqab para animar a los palestinos  a los que se les negaba los permisos de construcción dentro de Jerusalén a residir en esas zonas.

Según el coordinator de Stop the Wall Jamal Juma’, que también es un jerosolimitano viviendo en Kufr Aqab,

“Israel ha estado silenciosamente limpiando étnicamente a los palestinos de Jerusalén permitiéndoles edificar sin permiso en las zonas aisladas por el Muro.

A esas zonas les faltan infraestructuras adecuadas que cubran las necesidades humanas. Son bantustanes marginados y subdesarrollados.

Por ejemplo, antes de la construcción del Muro, Kufr Aqab tenía una población de alrededor de 15.000 personas. Ahora, ha alcanzado las 100.000 personas en un barrio ya completamente superpoblado.

Por encima de esto, estamos seguros de que un día Israel nos despojará del estatus de ‘residencia permanente’ y nos aislará totalmente de Jerusalén.” 

Israel impone sobre los palestinos un sistema de apartheid para continuar limpiándolos étnicamente. La actual e intensificada campaña de limpieza étnica de Jerusalén es solamente una entre otras campañas de limpieza étnica por la Palestina Histórica.

La comunidad beduina de Al Araqeeb en el desierto del Naqab en la actualidad israelí ha sido demolida 180 veces y la gente sigue firme esperando la próxima invasión con demolición incluida.

La comunidad beduina de Humsa en el Valle del Jordán, en la Cisjordania ocupada fue demolida seis veces en menos de cuatro meses. Recientemente, Israel ha emprendido la intensificación de sus prácticas de apartheid hidrológico contra los residentes de Humsa denegándoles el acceso al agua como otra medida para expulsarlos después de que la firmeza de la comunidad volviera a la demolición una herramienta fallida de limpieza étnica

A través de esto, Israel busca completar la visión sionista de una hegemonía étnica construida, donde la presencia palestina sea vista como un fallo en la  realización de su visión racista.